domingo, 5 de junio de 2011

SOBRE EL ÚLTIMO LIBRO DEL PADRE FRANCISCO LEOCATA, "FILOSOFÍA Y CIENCIAS HUMANAS"

Transcribo a continuación la carta de invitación a profesores para la presentación del último libro del Padre Leocata, ya realizada el 30 de Mayo. Agrego la reiteración de la entrada que sobre él hice el 1ro. de Mayo de 2008: http://gzanotti.blogspot.com/2008/05/francisco-leocata.html
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Estimados profesores:

Es para mí un honor y una satisfacción invitarlos especialmente a la presentación del libro Filosofía y ciencias humanas, del P. Francisco Leocata.

Para mostrarles la importancia de este libro, me voy a permitir hacer un pequeño diagnóstico. El panorama epistemológico y filosófico de las ciencias humanas es sumamente desordenado. No es pobre, sino desordenado, que no es lo mismo. Hay gran diversidad de escuelas, muchas de ellas con propuestas de gran riqueza de contenidos. Pero falta un criterio unificador, y a su vez hay diversas propuestas para ese criterio unificador. El neopositivismo, sin embargo, sigue siendo culturalmente ese criterio, a pesar de las críticas profundas de Popper, Kuhn, Lakatos y Feyerabend para las ciencias naturales. La praxis cotidiana de muchas ciencias sociales y humanidades diversas no parece haber recogido esa crítica. Si no hay rigurosos testeos empíricos y estadísticas, parece que no hay ciencias sociales, y las humanidades en general son dejadas a la babel de filosofías diversas que el neopositivismo considera un sin sentido.

Esas propuestas filosóficas diversas, a su vez, padecen de una total incomunicación de sus respectivos paradigmas. Por un lado los diversos neomarxismos y la Escuela de Frankfurt; por otro lado los post-modernismos con una versión relativista de la hermenéutica. Las diversas filosofías del lenguaje, a su vez (neopragmaticismo, estructuralismo, el giro lingüístico, etc.) no parecen hacer pie en una filosofía específica. Y al lado de todo ello, las diversas escuelas psicológicas (psicoanálisis freudiano o freudiano-lacaniano; psicologías cognitivas; logoterapia, etc.) se mueven en medio de todo ello de manera autónoma y caótica.

Los que vienen de filosofías neo-escolásticas, como el tomismo, se encuentran en una gran disyuntiva ante este panorama. Una alternativa es rechazarlo in totum, tratando de absorber todas las humanidades y las diversas ciencias sociales en la antropología filosófica de Santo Tomás de Aquino. Otra actitud es intentar un diálogo con diversas propuestas contemporáneas pero, claro, no es fácil.

El P. Francisco Leocata, desde hace años, viene sistematizando una propuesta filosófica que puede ayudar en esta compleja cuestión. Su punto de partida es un diálogo entre la antropología y la metafísica de Sto. Tomás de Aquino con su interpretación personalista de la fenomenología de Husserl, tomando a este autor como un punto de referencia indispensable si se quiere tomar lo mejor de la filosofía moderna y contemporánea sin reducirla a Sto. Tomás. Desde esta visión de Husserl se puede tener una hermenéutica fenomenológica, tomando lo mejor de Gadamer y Ricoeur, y, a su vez, tomar lo mejor del giro lingüístico, insertando los juegos de lenguaje de Wittgenstein en los mundos de la vida de Husserl. Ello permite, a su vez, tomar lo mejor de las filosofías del diálogo, incluso las propuestas de razón dialógica de la Escuela de Frankfurt. Todo esto lo ha hecho Leocata en sus profundos y densos libros Persona, Lenguaje, Realidad (2003) y Estudios sobre fenomenología de la praxis (2007).

Sobre esta base, este nuevo libro, Filosofía y ciencias humanas, trata de aportar algunas soluciones al diagnóstico anteriormente efectuado. Después de una excelente introducción histórica a la emergencia moderna y contemporánea de la psicología y la hermenéutica, comienza a elaborar una propuesta donde la fenomenología de Husserl, re-interpretada desde el acto del ser del yo en Santo Tomás, puede servir de orientación básica para el fundamento y epistemología de las ciencias humanas. Para ello no sólo re-establece la necesidad de esa fenomenología para los aportes de la hermenéutica de Gadamer y Ricoeur, sino que agrega algo fundamental: la distinción entre tres reducciones. La trascendental, interpretada desde el acto del ser del yo, la eidética, como un legítimo ámbito epistemológico para las relaciones inter-esenciales, no empíricas, de las ciencias humanas, y la reducción vital, donde se tenga en cuenta la riqueza de la experiencia de lo humano para una reflexión psicológica que no se confunda a su vez con un “fundamento último” de la psicología, que debe aportar los contenidos clásicos sobre la espiritualidad, la intencionalidad y la corporeidad, pero sin absorber en ellos la autonomía relativa de los temas psicológicos más específicos. En ese sentido, otro de sus fundamentales aportes es una visión centrífuga y a la vez centrípeta de las relaciones entre filosofía y psicología, para no reducir la una a la otra: la filosofía, desde una fenomenología personalista, aporta los referidos principios fundamentales, y de ese modo hay una fuerza centrípeta hacia la filosofía, pero otros temas más específicos y terapéuticos tienen una fuerza centrifuga hacia la psicología, pero ya sin contradicción con la antropología filosófica fundamental. Esta propuesta es análogamente aplicable a la relación entre filosofía y todas las ciencias sociales. Mi esperanza como lector es que esta propuesta pueda servir como criterio unificador para una filosofía y epistemología de las ciencias humanas y sociales actuales, fundamentándolos, sin reducirlos, en los aportes clásicos del tomismo y de la fenomenología.

Dado todo lo que acabo de decir, llegarán por ustedes mismos a la conclusión de su vale la pena analizar y debatir la propuesta del P. Leocata. El Instituto de Filosofía de la Universidad Austral abre sus puertas como ese espacio de diálogo y espera su participación como un verdadero aporte de todos al progreso de la filosofía en la Argentina.

Muy cordialmente,


Gabriel J. Zanotti.

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